Las compañías enfrentan constantemente una gran cantidad de riesgos de distintas índoles que pueden convertirse en afectaciones severas para su estabilidad operacional, su posicionamiento o su salud financiera, como su solvencia o liquidez.
Es por ello, que un plan de gestión de riesgos es una de las opciones más convenientes para proteger los intereses de la organización, así como, identificar todas las incidencias probables, entender el nivel de los daños y descubrir de qué forma evitarlos y mitigar sus consecuencias.
Reconocer los riesgos que podrían desequilibrar el funcionamiento de la empresa es una oportunidad para revertir los daños por beneficios. Por ejemplo, si te enfrentas a niveles más altos de competitividad, entonces debes implementar nuevos métodos de trabajo más eficientes.
O si te encuentras en la necesidad de disminuir los costes, la respuesta está en invertir en herramientas tecnológicas eficientan el trabajo mientras reducen el consumo de recursos. También, te servirá para impulsar la proactividad en los demás empleados y estarás más preparado ante las nuevas exigencias de mercado.
Uno de los motivos de que las compañías no perciban la urgencia de diseñar un plan de gestión de riesgos es por la falta de conocimiento sobre los riesgos a los que están expuestos. Esto evita que se pueda detectar oportunamente, hasta que ya ha ocasionado consecuencias visibles.
Y en caso de que sean muy evidentes, tampoco estarían preparadas para enfrentarlos adecuadamente. La Fundación Latinoamericana de Auditores Internos (FLIA) establece algunos de los principales riesgos que las empresas Latinas enfrentaron durante 2020:
Es probable que no todos los riesgos mencionados en esta lista correspondan a las necesidades de tu compañía. Por lo que, es fundamental que realices un análisis más específico acorde al modelo de negocio y sector que perteneces para diseñar una estrategia de prevención enfocada plenamente en la realidad y no en intuiciones.
Un plan de gestión de riesgos es todo un proceso estructurado y continuo, por lo que se puede implementar a largo plazo, por ejemplo, por todo un año. Así tendrás un control y un respaldo durante 12 meses para detectar, evaluar, tratar y disminuir la ocurrencia de los riesgos, desde los más graves a los más bajos.
Te contamos en los siguientes puntos qué debes hacer para diseñar un plan efectivo:
Es el momento de definir claramente cuáles son las principales preocupaciones, necesidades y objetivos de tu organización. Tienes que tomar en cuenta las características de negocio, los retos según el rubro o industria, tipo de clientes, si hay contacto con otras empresas, etc.
Tener estos datos te ayudará a no basar el plan en suposiciones o intuiciones, pues así tendrás conocimiento de los factores internos y externos.
Ahora es momento de definir qué debe ser considerado como un riesgo para tu compañía, cuándo y cómo va a actuar el plan de gestión de riesgos anual. Para ello es necesario definir todos los indicadores de estabilidad para medir el momento en el que ya se tienen que tomar acciones correctivas.
Es importante realizar un estudio de todos los riesgos que se relacionan al tipo y tamaño de negocio, ubicación geográfica, estudios económicos sobre la bolsa y sus valores, etc. Esto con la finalidad de comenzar a clasificarlos según su nivel de daños y estilo.
Hay incidencias del tipo financiero, administrativo, corporativo, crisis económicas, desastres naturales, fraudes y robos, etc.
Ya conoces las principales amenazas para tu negocio, pero aún es necesario que analices a profundidad cuáles son las probabilidades, sus niveles de incidencia y qué consecuencias van a ocasionar en la organización.
En este análisis deben realizarse mediciones y estadísticas históricas e internas de la empresa para ver si ya han ocurrido antes y qué acciones se realizaron. Al mismo tiempo que investigar si aún suceden estas incidencias en el presente, a otras empresas del mismo sector, qué acciones se implementan actualmente, etc.
Asimismo, es importante aplicar modelos de análisis cualitativos y cuantitativos, pues te van a permitir ir definiendo los riesgos con base en su probabilidad de ocurrencia y el impacto que ocasionarían. Serán los márgenes para comenzar a determinar las estrategias responsivas ante estas incidencias de riesgo.
Si ya tienes definidos todos los tipos de riesgos, sus niveles de incidencia y consecuencias, es momento de planear las acciones correctivas que se implementarán de forma previa, durante y después de la incidencia. Hay cuatro estrategias básicas en las que puedes guiarte para ello:
Con los riesgos y los planes definidos, solo queda establecer las estrategias de seguimiento y control. Estas te ayudarán a gestionar el incidente de principio a fin, en cada una de sus fases.
Desde que comienzan los estragos, cuando empiezas a aplicar las medidas y acciones de mitigación, cómo va evolucionando la respuesta de la empresa, hasta el proceso de recuperación ante las pérdidas. De este modo, te aseguras de que nada salga de control y de que el riesgo ha sido evaluado, combatido y superado como corresponde.
Diseñar un plan de gestión de riesgos anual requiere de una planificación muy precisa y exacta. Necesitas hacer un gran trabajo de análisis, tratamiento y procesamiento de grandes volúmenes de datos, tanto internos como externos, que demandan una herramienta robusta que los convierta en información en valor en menos tiempo y esfuerzo.
La velocidad en tratar datos se ha convertido en la clave para las organizaciones, ya que les da la oportunidad de tomar mejores decisiones en su negocio antes que la competencia. Del mismo modo, ayuda a encontrar oportunamente los riesgos que amenazan su estabilidad y aprender cómo enfrentarlos, pues también es una carrera contra el reloj.
Business Intelligence (BI) es una herramienta con gran capacidad para analizar y cruzar todos los datos existentes pues se vale de la Inteligencia Artificial y el Machine Learning para desarrollar informes automatizados y con actualizaciones en tiempo real que garantizan su calidad.
Con BI, podrás elaborar un plan de gestión de riesgos más eficaz y tomar mejores decisiones para mitigar aquellas amenazas inminentes que ponen en juego tu reputación. ¿Quieres cuidar del bienestar de tu compañía? No esperes más, contáctanos y conoce más de las bondades de esta solución.