Para tomar mejores decisiones, incluso en tiempos de incertidumbre, puedes apoyarte en un sistema de gestión de riesgo. Descubre por qué. 

La pandemia nos dejó grandes lecciones, entre ellas, la importancia de prevenir tiempos difíciles o de crisis para evitar pérdidas que afecten gravemente el funcionamiento y sostenibilidad de las organizaciones.

Aunque el 80% de las compañías han oído hablar de los riesgos emergentes, solamente el 14% ha implementado una medida de control para dichas contingencias. (Forbes) 

Sin embargo, el desafío es reconocer oportunamente dichas situaciones, analizar y evaluar los riesgos, diseñar planes de respuesta para hacerles frente, pero sobre todo, anticipar. 

Para ello, es necesario pensar de forma estratégica, contemplar todos los riesgos asociados al mercado, la competencia y la propia dirección de la empresa. Para lo cual, un sistema de gestión de riesgos puede ser muy útil y aquí te explicamos por qué. 

¿Cómo funciona un sistema de gestión de riesgos?

El sistema de gestión de riesgos es la implementación de una estrategia que te ayudará a visualizar todas las circunstancias, situaciones, incidencias y acciones, tanto internas como externas, así como la magnitud del impacto de dichas amenazas.

Asimismo, es una herramienta clave para detectar estos riesgos oportunamente, llevar a cabo los procesos necesarios para evitarlos y mitigarlos. 

Es un programa que genera contenido de valor acerca de aquellos riesgos que afectan los planes estratégicos y de crecimiento para analizar, evaluar e informar sobre sus impactos y oportunidades, así como la reacción y enfoque de la empresa ante ellos. (KPMG)

Ventajas del sistema de gestión de riesgos:

• Ayuda a disminuir el factor sorpresa ante varios tipos de riesgo.
• Minimiza las pérdidas no esperadas, por ejemplo, en los inventarios.
• Ofrece una herramienta robusta para gobernar y gestionar mejor a la compañía
• Favorece al seguimiento de cada riesgo identificado, considerando los distintos niveles de responsabilidad, visualización del proceso y transparencia ante cada acción realizada para solucionar el impacto.
• Crea parámetros para definir y establecer los planes de acción y control, como un plan de gestión de riesgos anual.
• Se integra con otros sistemas de gestión e información para brindar un control centralizado y con cobertura a cada aspecto de la compañía.
• Se adapta a las políticas de la empresa para cumplir siempre con las exigencias de la organización.

5 pasos que te ayudarán a implementar un sistema de gestión de riesgos

Debes saber que implementar un programa como el sistema de gestión de riesgos requiere de un proceso de adaptación, planificación y de acción. Aquí te explicamos qué debes hacer.

1.  Planificación

En este primer paso es donde se establecen las pautas para definir cómo se va a llevar a cabo la gestión de los riesgos de tu empresa. Por lo que, debes establecer bajo qué tipo de situaciones se va a activar el plan de contingencia de daños, quiénes serán los responsables directos de cada área y qué objetivos son los esperados.

Asimismo, es necesario establecer la línea del negocio, conocer todos sus procesos y operaciones para ir midiendo los niveles de riesgo a los que se exponen para desarrollar la metodología del sistema.

2.  Identificación y análisis de los riesgos

Es necesario contar con metodologías eficientes que te permitan analizar una gran cantidad de información (estadísticas, registros de los incidentes históricos y actuales internas y externas, etc.) para definir y clasificar todos los riesgos relacionados a tu organización, las distintas consecuencias o niveles de impacto y sus probabilidades de ocurrencia. 

3.  Implementación 

Cuando ya están bien definidos los riesgos a los que te enfrentas, ya puedes comenzar a diseñar tus estrategias para el control y mitigación según el tipo de incidente y sus niveles de impacto. Considerando también la preparación del presupuesto y los recursos que están disponibles para esta tarea.

Asimismo, es necesario dar seguimiento al plan de acción, así como a los indicadores de efectividad y calidad, para garantizar que se resuelva el problema de forma oportuna y eficaz. 

4.  Tratamiento del riesgo

Con los demás pasos completos, es momento de tratar directamente con los incidentes y siniestros desde su detección y durante todo el proceso de corrección. Esto es para conocer los niveles de daños que van o ya están ocasionando, qué áreas o activos de la compañía son las afectadas, calcular su duración, etc. 

Todo debe comenzar a redactarse en reportes internos o externos que se deben realizar con suma rapidez para que tú y los demás responsables puedan visualizar el progreso del incidente en cuestión.

5.  Seguimiento y monitoreo del riesgo

Por último y no menos importante quedan los métodos de seguimiento y monitoreo de los riesgos que ocurran en tu compañía. Pues debes cerciorarte de que las políticas y procedimientos establecidos se lleven a cabo como se planeó.

A su vez, este paso también te ayudará a comprobar si están alcanzando los objetivos y se están cumpliendo con los indicadores de efectividad del sistema. Del mismo modo, es necesario que esta revisión se realice de forma periódica con el fin de encontrar brechas en los planes de acción y para actualizarlo según sea necesario.

¿Cómo ayuda Business Intelligence en la gestión de riesgos?

La importancia que tiene el sistema de gestión de riesgos, además de proteger los activos, la solvencia económica, la liquidez financiera o la reputación de tu organización, es que también ofrece otros beneficios como proveer de tranquilidad a los accionistas y a la alta dirección, los clientes tendrán más confianza al ser una empresa más segura.

No obstante, es indispensable contar con una herramienta robusta que te ayude a administrar, planificar, analizar y tratar en tiempo y forma toda la información que requieres para la identificación, diseño de los planes de acción, la implementación y el seguimiento correspondiente de los riesgos que amenacen a tu negocio.

Una de las soluciones más recomendadas para ello es el Business Intelligence (BI) que tiene una gran capacidad de análisis de datos y los transforma en información de valor que te permite tomar mejores decisiones de negocio, en este caso para la identificación y gestión correspondiente de los distintos tipos de riesgos existentes. 

Además, crea informes de datos en tiempo real y cuenta con algoritmos inteligentes que le permiten elegir los datos más puntuales para el tipo de consulta que desees realizar. Se encarga de cruzar la información de todas las fuentes existentes y los centraliza en una sola fuente para proteger tus intereses. 

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